“La condición de la mujer mejorará al hombre”
Clara Campoamor (Madrid, 1888 – Suiza, 1972)

Recientemente se está redescubriendo la figura de esta mujer que, por encima de la disciplina impuesta por su partido y en contra muchas veces de las ideas más enraizadas en la sociedad de su época, luchó férreamente por los derechos de la mujer. He aquí nuestro pequeño homenaje.

En España, el derecho al voto de las mujeres fue reconocido en la Constitución de 1931, y se ejerció por vez primera en las elecciones generales de 1933. Para las Cortes Constituyentes sólo hubo sufragio masculino, aunque se permitió que hubiera mujeres candidatas: sólo 3 resultaron elegidas.

Veamos algunas declaraciones de los principales actores en el debate sobre la concesión del voto a la mujer. Si sorprenden hoy día, es que por lo menos algún avance ha habido:

Roberto Novoa Santos, uno de los principales oponentes:

 ¿Por qué hemos de conceder a la mujer los mismos títulos y los mismos derechos políticos que al hombre? ¿Son por ventura ecuación? ¿Son organismos igualmente capacitados? (…) La mujer es toda pasión, toda figura de emoción, es todo sensibilidad; no es, en cambio, reflexión, no es espíritu crítico, no es ponderación. (…) Y yo pregunto: ¿Cuál sería el destino de la República si en un futuro próximo, muy próximo, hubiésemos de conceder el voto a las mujeres? Seguramente una reversión, un salto atrás. (…) Por eso yo creo que, en cierto modo, no le faltaba razón a mi amigo D. Basilio Álvarez al afirmar que se haría del histerismo ley. El histerismo no es una enfermedad, es la propia estructura de la mujer; la mujer es eso: histerismo y por ello es voluble, versátil, es sensibilidad de espíritu y emoción. […]